NUEVO
CÓDIGO DE DEONTOLOGÍA MÉDICA (1): USO DE
LENGUAJE INCLUSIVO, ADAPTÁNDONOS A LA MEDICINA DEL SIGLO XXI
En el texto del antigüo Código
de Deontología Médica se usa siempre un lenguaje que hace referencia al género
masculino tanto para referirse a los profesionales sanitarios como pacientes. Está
demostrado que el uso de lenguaje sexista es una manera de discriminación e
invisibilización de las mujeres e influye
negativamente en el derecho de igualdad entre todos los seres humanos, por
lo que es el momento adecuado para
proponer la utilización
de lenguaje inclusivo en la redacción de los nuevos documentos oficiales.
En los numerosos estudios que
se han hecho al respecto se pone en evidencia que la lengua
refleja la percepción que la persona tiene
de la realidad y que condiciona
su visión. Además, la tendencia a considerar a las personas del sexo
masculino como centro de la sociedad y eje referencial de la legislación,
estructuración y organización social lleva a comportarse restando valor al sexo
femenino. Esto hace que se tienda a dotar de diferentes valores, capacidades,
normas, papeles a mujeres y hombres, otorgando mayor valor a lo asociado con
los hombres. La falta de referencia a
las mujeres en el lenguaje tiene como consecuencia la invisibilización, el ocultamiento y la
exclusión de las mismas.
Seguramente muchas personas que estén
leyendo este texto pensarán en argumentos que se suelen utilizar en contra de
la utilización de lenguaje inclusivo como ”utilizar esas propuestas alarga el
discurso”, ”es engorroso”, ”se duplica, ya se entiende que hombre hace
referencia a mujer”, ”siempre se ha dicho así”, ”crea rechazo, dices vascos y
vascas y se ríen”, ”aumenta la carga de trabajo” o ”suena mal”. Sin embargo se
pueden rebatir muy fácilmente: a) en el mensaje siempre se introduce lo que se
quiere nombrar, existen alternativas; b) ¿queremos hablar de las mujeres? nombrémoslas;
c) nombrar a hombres y mujeres no es duplicar, es reflejar la realidad social;
d) el lenguaje es modificable y reinventable; e) se ayuda a mejorar la
situación de las mujeres y; f) se aplica el derecho a ser nombrada y existir.
En
conclusión, no hay razones para no utilizar lenguaje inclusivo no sólo en la redacción del nuevo Código de Deontología, sino también en todas las actividades realizadas por los Colegios de Médicos. Un buen ejemplo de ello es el colegio de Médicos de Bizkaia, pionero desde hace años en la utilización del lenguaje inclusivo en todos los documentos que elabora. En la
actualidad, la profesión médica es mayoritariamente femenina, razón de más para
que esté presente en un texto tan importante para toda la profesión.
Lucía Gallego Andrés, Vocal de la Comisión de Deontología Médica de Bizkaia